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Las nuevas condiciones del mercado y la masificación del teletrabajo están consolidando la migración que gatilló la crisis social y sanitaria, fenómeno que es liderado por ciudades que ofrecen una ventaja competitiva en términos de precios y calidad de vida.
¿Postergar la decisión de compra o elegir lo que me alcanza? Es la disyuntiva que varias familias han enfrentado a causa del aumento de las tasas de interés de los créditos hipotecarios y la disminución en el plazo para pagar este tipo de préstamos.
De acuerdo con el análisis de Tinsa, este escenario ha provocado que muchas personas estén ampliando el radio de búsqueda de vivienda a regiones, “donde los precios son mucho más accesibles que en la capital, dándose casos tan inusuales de clientes que están cotizando una casa en Chamisero o un departamento en Puerto Varas, o decidiendo entre comprar una casa en Cerrillos o un departamento en La Serena”, sostiene Fabián García, director de Estudios Inmobiliarios de la consultora.
Si bien el fenómeno de la migración de santiaguinos a regiones se asoció a los efectos postpandemia, las nuevas condiciones del mercado están consolidando la tendencia, activando las ventas “en ciudades ligadas a actividades productivas importantes o bien con mayor interés turístico, como La Serena, pero especialmente en ciudades de la zona sur”, agrega el experto.
Calidad de vida
Según Enrique Loeser, gerente comercial de Altas Cumbres, inmobiliaria asentada en el sur del país, las personas están valorando mucho más la calidad de vida y se dan cuenta que en regiones pueden encontrar viviendas a precios iguales o menores que en Santiago, “pero con espacios más amplios, como casas con patio o departamentos con más metrajes, con terraza, o con vistas al lago o al mar, en ciudades que tienen buenos atributos urbanísticos y paisajísticos, que cuentan con servicios como bancos, cines, centros médicos, colegios, etc., que son factores gravitantes a la hora de tomar la decisión”.
Los recientes datos de Tinsa revelan que por 3.300 UF se puede comprar un departamento de 1D1B con 45 m2 en el sector del El Llano en San Miguel o una casa de 80 m2 de 3D en un barrio bien ubicado en Puerto Montt. Otro ejemplo es que por 3.500 UF se puede optar a un departamento de 51 m2 en Independencia o un departamento de 60 m2 en Villarrica a orilla de lago o vista al lago, según los valores promedio actuales del mercado.
“Los dividendos, producto del alza la tasas, hoy alcanzan para viviendas que las personas no quieren o no estaban buscando. En cambio, al ampliar la cotización a regiones, quizás hay viviendas que sí quieren y que no tenían consideradas hace un año. Para quienes pueden teletrabajar, es una oportunidad de ser propietarios a un dividendo que les quede cómodo, sin sobre exigirse financieramente”, explica Fabián García.
La demanda en regiones incluso ha transformado el segmento de segunda vivienda, que está dejando de ser un producto para usar solo en temporadas para convertirse en la residencia definitiva de muchas familias.
“Nuestra experiencia durante el 2021 es que las ventas a clientes provenientes de Santiago aumentaron de un 20% a un 40% en nuestros proyectos ubicados en Villarrica y Puerto Varas, y esperamos que esta tendencia se mantenga o se expanda durante 2022, en la medida que no cambien las condiciones actuales del mercado”, señala Loeser.
La recomendación de los expertos para quienes tienen disposición de comprar y pueden desplazarse es que, en vez de más que comprar más caro en Santiago, amplíen su búsqueda a regiones para hacerse propietario, “porque de todas formas van a ganar la plusvalía, ya que éstas siguen siendo más altas que las tasas de interés y se captan en UF, así que si después quieren volver a Santiago pueden liquidar el bien e invertir en un nuevo pie”, concluye García.
Fuente:https://www.elmostrador.cl/
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