La moda más hipnótica, más fabulosa y más apabullante es protagonista de las páginas del nuevo número
POR XABIER SEOANE
Este noviembre, Vogue España celebra las ganas de volver a vestirse con estilismos cargados de ilusión. Esta valiosísima pujanza es, ante todo, espectáculo. Y es que la moda, por medio de todos sus incontables recursos —sedas, tules, lentejuelas o plumas, así como el más infinito abanico de colores—, es capaz de hacernos soñar, de hacernos sentir o, incluso, de hacernos invencibles.
Esta es la fantasía que encapsulan las páginas de la revista, y también su vibrante portada, protagonizada por la modelo sudsudanesa Nyarach Ayuel y, más discretamente, Demna Gvasalia, quien firma este escultural vestido de terciopelo rojo de Balenciaga. El fotógrafo Rasharn Agyemang ha retratado el instante.
Dentro del número, Demna rinde un sentido tributo al maestro vasco a través de su nueva colección de Alta Costura para la icónica casa de moda. Esta celebración de la moda más elegante tiene otros invitados clave como Wes Gordon —al frente de Carolina Herrera—, y nombres patrios como Fabio Encinar, Palomo Spain, Ernesto Naranjo o ManéMané, quienes nutren estas páginas con sus suntuosas propuestas para este otoño.
Además, ocho talentos creativos –Antonia Dell’Atte y Omar Montes, entre otros– comparten sus reflexiones sobre el acto de vestirse y, en ocasiones, de transformarse a través de las prendas. Sobre el gesto arreglarse también reflexionan las escritoras Elisa Victoria, desde Andalucía, Berta Dávila, desde Galicia, y Marta D. Riezu, desde Cataluña. Eso sí, a través de un recorrido personal por la singularidad de las múltiples indumentarias en España.
Entre otras historias extraordinarias, Laura Ponte –diseñadora y ex modelo– abre las puertas de su nuevo hogar en Madrid, donde compagina su vida familiar con su actividad profesional. Bienvenidos, toda la magia de la moda se custodia en las páginas del nuevo número.
