Un regreso a medidas de confinamiento más estrictas probablemente disuadirá un repunte sustancial en la demanda de las aerolíneas, entre otras industrias.
El petróleo registró su mayor caída mensual desde marzo, ya que las renovadas medidas de confinamiento para contener el coronavirus amenazaron con alterar la inestable recuperación de la demanda.
Los futuros cayeron 1,1% en Nueva York el viernes para finalizar la semana por debajo de los US$36 el barril, siguiendo el ejemplo de una venta masiva más amplia en el mercado y la peor semana para las acciones estadounidenses desde marzo. Al mismo tiempo, EE.UU. registró un aumento récord en infecciones por coronavirus, mientras que nuevas restricciones en Europa podrían llevar a la región hacia otra recesión.
«El apetito por el riesgo en el mercado es definitivamente menor», aseguró Rob Haworth, estratega sénior de inversiones en US Bank Wealth Management y añadió que «la historia del retorno de la demanda está tardando mucho más en desarrollarse de lo que esperaban los alcistas del petróleo».
Un regreso a medidas de confinamiento más estrictas probablemente disuadirá un repunte sustancial en la demanda de las aerolíneas, con más restricciones en Europa que provocarán nuevos recortes en la capacidad de las aerolíneas durante el resto del año. Aún así, hay algo de apoyo por parte de los mercados de carga en auge y mejoras en China e India. Mientras tanto, los operadores miran hacia las elecciones estadounidenses de la próxima semana y una reunión de la OPEP+ a fines de noviembre.
Las preocupaciones sobre la demanda surgen en un momento en que la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados enfrentan un desafío en sus esfuerzos por mantener el suministro bajo control, con un retorno más rápido de lo esperado en la producción libia. Irak reafirmó su apoyo a los recortes de producción de petróleo de la OPEP+ y no buscará ninguna exención para el próximo año, afirmó el ministro de Petróleo Ihsan Abdul-Jabbar.
Mientras tanto, el campo petrolero más grande de Noruega bombeará a niveles anteriores al covid, luego de recibir el permiso del gobierno el mes pasado.
«Existe un nivel realmente alto de inseguridad en torno a las elecciones, en torno al camino del crecimiento económico y este nuevo aumento de infecciones», analizó Bill O’Grady, vicepresidente ejecutivo de Confluence Investment Management en St. Louis. «Hasta que tenga alguna evidencia de que las cosas están empezando a mejorar, será difícil para el crudo hacerlo mejor», agregó.
Futuros también caen La curva de futuros también siguió debilitándose. El contrato al primer mes del WTI cerró con el mayor descuento sobre el segundo mes desde principios de septiembre. El diferencial entre los contratos de diciembre más cercanos del índice de referencia, un indicador de la fortaleza del mercado que se observa de cerca, también profundizó su contango.
Los márgenes de refinamiento en deterioro están impulsando a las refinerías a cerrar las plantas o adoptar enfoques provisionales para reabrir las instalaciones, ya que la demanda de combustible sigue deprimida. Exxon Mobil Corp. ve más problemas por delante, y dijo que hay más refinerías de petróleo de las que el mundo necesita y que las plantas menos sofisticadas continuarán cerrando.
«El sector de la refinación de petróleo está experimentando algunos cambios bastante abruptos a la luz de la pandemia mundial y su impacto continuo y a largo plazo en los viajes mundiales», escribió Ryan Fitzmaurice, estratega de materias primas de Rabobank, en una nota. «Es probable que la demanda de importación de crudo a la costa este de EE.UU. y Canadá se vea desafiada en el futuro debido a la reducción en la capacidad de refinación”.
Fuente: Emol.com