La decisión, señaló la empresa, «tiene por objetivo no solo cuidar la fuente de trabajo de la cadena de valor del negocio azucarero, sino también mantener la larga tradición azucarera en nuestro país».
Como parte de un plan estratégico a largo plazo, la empresa Iansa informó este miércoles que decidió realizar una «reorganización productiva», lo que llevará a cerrar su planta ubicada en la Los Ángeles -Región del Biobío-, para concentrar sus operaciones de azúcar en la planta emplazada en Chillán.
Por medio de un hecho esencial enviado a la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), la firma expuso que, tras una sesión extraordinaria del directoria realizada hoy, «se ha acordado que la planta ubicada en Los Ángeles no recibirá remolacha durante la campaña azucarera 2020-2021, así como también el término en forma definitiva de la producción azucarera en la referida planta, la cual se materializará a contar de la presente fecha».
Más tarde, por medio de un comunicado, el gerente general de Iansa, Pablo Montesinos, señaló que «hemos realizado una inversión significativa de manera de asegurar la sostenibilidad futura de este negocio, adaptándonos a la realidad del mercado internacional y nacional del azúcar».
Esta reorganización, agregó, «tiene por objetivo no solo cuidar la fuente de trabajo de la cadena de valor del negocio azucarero, sino también mantener la larga tradición azucarera en nuestro país y el trabajo con la agricultura de remolacha en las regiones del Maule, Ñuble, Biobío, y Araucanía».
La compañía, además, detalló que «la producción de azúcar sigue siendo uno de los principales negocios de la compañía, representando alrededor del 50% de sus ingresos, por lo que la empresa ha definido reorganizar las operaciones actuales de azúcar dejando a la planta de Chillán como centro productivo para estas líneas de producto».
En relación a los 121 colaboradores que trabajan en la planta de Los Ángeles, la firma sostuvo que «parte de ellos serán reubicados dentro de los siete centros productivos de la empresa en Chile».
En tanto, para los que no puedan ser reubicados, «la compañía ha desarrollado un completo paquete de beneficios consistentes en el pago de sueldos adicionales, bonos de escolaridad, seguro complementario de salud y de vida, entre otros, junto con un completo plan de outplacement con Lab Lab, filial de Seminarium, para apoyar su reinserción laboral», indicó.
La empresa aseguró que en los últimos 5 años se han realizado «importantes inversiones» en la planta de Chillán, por más de US$30 millones, lo que permite que esté en condiciones de absorber las operaciones de Los Ángeles.
Hace dos años, en 2018, Iansa ya había concretado el cierre de una de sus plantas, ubicada en Linares, lo que significó un duro golpe para la zona.
Fuente: Emol.com