“En menos de cinco minutos, el kit es capaz de identificar a posibles portadores del virus y que no presenten síntomas. Sus creadores indican que podrían fabricarlos a bajo costo , y así evaluar a miles de individuos por semana”.

A fines de marzo, un grupo de otorrinolaringólogos en Gran Bretaña, Estados Unidos y Francia observaron un curioso patrón en algunos enfermos de coronavirus: un número cada vez más creciente de casos con anosmia (pérdida total del olfato), hiposmia (trastorno del sentido del olfato que resulta en la reducción parcial de la capacidad de percibir olores) y disgeusia (alteración en la percepción relacionada con el sentido del gusto), generando así las primeras sospechas que indicaban que la infección podría estar dando señales de su presencia a los enfermos, sin que éstos lo notaran.

Hoy, más de un mes después, el Ministerio de Salud reafirmó esta teoría -ya aceptada por varios científicos-, añadiendo a su nueva definición de “caso sospechoso” a la alteración aguda del olfato o gusto, además de otras como fiebre mayor a 37,8º sin causas evidentes, síntomas de infección respiratoria, dolor muscular o garganta, tos, apremios respiratorios, diarrea y respiración acelerada.

Por ello lo relevante del proyecto de un grupo de investigadores de Ingeniería Química y Bioprocesos de la Universidad Católica (UC) y del Centro de Aromas y Sabores de Dictuc, quienes junto a la empresa Alfa Chilena, desarrollaron un equipo olfativo que detecta casos asintomáticos del virus, que al día de hoy acumula 3 millones de infectados y más de 200 mil muertos en el mundo.

“Nuestra solución consiste en un test de tres aromas que identifica el estado olfativo de una persona en menos de cinco minutos. Además, tenemos capacidad para producir kits de bajo costo que permitan evaluar a miles de individuos por semana”, señala Eduardo Agosín, profesor de Ingeniería UC, quien agrega que la aplicación masiva de este procedimiento permitiría disminuir la propagación de la enfermedad y tomar tests de PCR en forma más selectiva.

“La prueba puede ser tomada en la entrada de un recinto hospitalario o de una empresa. Aquellos que resulten positivos, es decir que presenten una disfunción olfativa, se les aísla y solicita confirmar mediante examen si están contagiados”, indicó Agosín.

De acuerdo a los investigadores, la aplicación fue diseñada pensando en la protección del personal de salud, comunidades de establecimientos educacionales, trabajadores de sectores como la minería y agroindustria, o servicios críticos que deben seguir funcionando mientras dure la pandemia y las medidas de cuarentena.

El test es bastante simple: consiste en identificar de entre cuatro opciones el aroma de una banda de papel, repitiendo el proceso varias veces con otros dos aromas. Esto, en menos de cinco minutos, dará como resultado la posibilidad de estar infectado y ser asintomático, lo que además conlleva que podría estar contagiando a otras personas sin que lo sepa.

El proyecto, parte de la mesa de trabajo interdisciplinario que promueve la Vicerrectoría de Investigación UC, en conjunto con Medicina, el Centro de Innovación y otras facultades de la universidad, se suma a otro trabajo presentado hace algunos días en relación a un generador de ozono de bajo costo que elimina un 99% de patógenos como el coronavirus en 20 minutos. El sistema, una caja pequeña que se conecta a la red eléctrica, en estos días será probado en sitios de atención hospitalaria y podría ser utilizado en el transporte público.

Fuente:La tercera.com