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La relación mecánica-digital empuja al usuario a intentar mover aquella parte del cuerpo paralizada en su representación virtual, con su cuerpo real o con su mente.
Hasta el momento, La aplicación de la realidad virtual se había aprovechado para juegos de video, o fases de entrenamiento en universidades o grandes empresas. Sin embargo, gracias a los avances de la ciencia, esta tecnología podría incidir positivamente en las terapias físicas de las personas.
En la Universidad del Sur de California, investigadores de la Escuela de Medicina Keck, de la Universidad del Sur de California trabajan en ayudar de una manera distinta a la terapia tradicional mediante esta conexión del cerebro a una computadora y el uso de la realidad virtual.
El estudio consiste en colocar electrodos en el cuero cabelludo y en los músculos de la parte paralizada -digamos un brazo-, que a su vez, están conectados a una computadora y a este mundo virtual. La relación mecánica-digital empuja al usuario a intentar mover este brazo virtual con su brazo real o con su mente.
«Si alguien no puede mover su brazo en el mundo real, podemos aumentar eso en el mundo virtual y tomar el intento de su cuerpo de moverse y hacer que parezca que se está moviendo en el mundo virtual», señaló Sook-Lei Liew, investigador de la Universidad del Sur de California.
Para David Karchem, la aplicación de esta tecnología le ha permitido cambiar su estilo de vida. “Hace diez años y tres meses” cambió su vida, cuenta Karchem, al experimentar un derrame cerebral mientras conducía. “Logré caminar y buscar ayuda, pero el lado izquierdo de mi cuerpo ya estaba paralizado”, relató a la agencia Reuters.
“Trabajar con la realidad virtual me ha ayudado a extender el brazo y mover la muñeca y los dedos, además de mi habilidad para caminar”, continuó el paciente.
Por su parte, Sook-Lei Liew, quien es terapeuta ocupacional y neurocientífico, explica en el artículo que cuando alguien “sufre un derrame cerebral hay un bloqueo en el cerebro que corta el flujo sanguíneo”, pero la realidad virtual, con su innovadora interfaz, puede ayudar al cerebro a superar este bloqueo.
«Esperamos que al mostrarles un brazo virtual que se mueve, tal vez puedan sentir un poco de su propio cuerpo que ayude a reforzar y recompensar el intento de moverlo y que luego fortalezca la actividad cerebral relacionada con el control de las habilidades motoras», dijo Liew.
No obstante, en palabras del propio Karchem, los efectos positivos de una sesión “solo duran unos pocos meses”. Por ello, los investigadores ahora están trabajando en una versión más portátil para que los participantes con accidente cerebrovascular puedan continuar en casa las prácticas y aprovechar la ayuda de esta interfaz computadora-realidad virtual.