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Carlos Campos | Gerente General CGCE S.A, Consultor B2G Internacional
Estimadas (os) lectores primero que todo quiero agradecer a todas las personas que siguen esta columna de opinión, y los incentivo a que me escriban o comenten, ya que de esta forma me permiten obtener información de lo que ustedes requieren, que sea de público conocimiento y que está afectando a un número importante de proveedores que comercializan con el Estado, bajo esta modalidad de compra. (Convenio Marco)
En esta edición, comentare el convenio marco de Mobiliario 2239-8-lp14, que debería estar pronto a su nueva licitación, debido que vence el próximo año en el mes de diciembre 2020, y para que se ajusten los plazos debería estar publicándose a fines de este año o primer semestre del 2020.
Según lo anterior, ustedes tienen que considerar que para realizar un procedimiento de convenio marco, la entidad encargada, debe cumplir ciertos hitos respecto de los cuales no controla los tiempos, sobre todo porque las bases antes de su publicación y la adjudicación tienen que ir a la Contraloría al trámite de Toma de Razón.
Considerando los últimos procesos de Convenio Marco realizados, se ha demostrado que los tiempos son cada vez más inciertos y pueden tomar aproximadamente 8 meses en total todo el proceso, esto sin considerar el mes de publicación de la licitación, más uno o dos meses de evaluación, por lo tanto, en el ejemplo que nos convoca ya estaríamos cerca del plazo de término del antiguo convenio, salvo que el organismo encargado de la Administración del convenio, extienda el plazo del que actualmente está funcionando, situación que no sería una sorpresa, ya que la verdad no sabemos lo que puede hacer.
Otra alternativa sería que definitivamente revisen cúal es el sentido de pasar por la contraloría, como se realizaban los Convenios antes del 2009, lo cual permitía que los procesos fueran más ágiles.
Este convenio (Mobiliario), por suerte es el único que funciona bajo una modalidad de “sin marca” en la catalogación de los productos, ya que en el fondo se licitó bajo el concepto que los productos fueran genéricos, y está en funcionamiento en estas condiciones desde el año 2015, con otras ideas de los profesionales que licitaban en esa época, los cuales en su tiempo, les presente la problemática que ocurriría, pero como la ceguera es parte del que hacer de la institución, siguieron igual, y los proveedores adjudicados han tenido que sortear la problemática durante todos estos años, quedando demostrado que los proveedores deben ajustarse a lo que indica su principal comprador, el Estado, para efectos de comercializar sus productos.
Ahora bien planteo esto, debido que los productos sin marca se denominan Genéricos, por ende se pueden comparar entre sí, y la regla del convenio establece que son comparables, si su modelo, medida y materialidad son iguales, dejando la marca fuera de esta comparación, situación inexplicable, ya que precisamente la marca es el único atributo que podría de alguna forma discriminar por ejemplo la calidad de los productos, podrán compartir esto o no, salvo que incorporaran más atributos de comparación.
Al conversar con los expertos en esta industria, la gran problemática, es que el convenio no considera las diferentes partes y piezas que se utilizan al construir por ejemplo una cajonera, una biblioteca, escritorio entre otros, donde se utilizan materiales que no son comparables, porque las bases no lo establecieron y esto perjudica considerablemente a los proveedores, debido que la dispersión de precios es importante, esto para el mobiliario local, si ahora esta misma regla se aplica al mobiliario importado, es una locura la diferencia, ni hablar en los tipos de productos de sillas.
Esta situación provoca que cada mes, según la nueva disposición en este convenio, la entidad administradora toma las dispersiones de precio, y procede a bajar los productos, dejando a los proveedores indefensos, quienes deben buscar colgarse o amarrarse de cualquier ID, que les permita comercializar y entregan un producto similar.
En el fondo reglas como estas, permiten no comprender al organismo encargado de licitar y administrar estos convenios marco, porque por un lado pregonan que no se puede homologar, y buscan el ahorro en los precios, y lo único que hacen es hacer lo contrario, porque todo lo que se transa es homologado y la medición de ahorro prácticamente no existe, porque las dispersiones de precio no son reales, y los organismos públicos lo único que están recibiendo son productos de mala calidad, Esto provoca que cada vez los compradores utilicen más las licitaciones, donde si pueden incorporar certificaciones que garanticen la calidad de los productos. Entonces, la pregunta es ¿dónde está el ahorro en la gestión? O ¿efectivamente este convenio también será encasillado como producto no estandarizable? Interrogantes que en el transcurso del tiempo se develarán, sobre todo cuando se proceda a licitar el nuevo convenio.
Para finalizar, a la fecha de la publicación de esta edición, los resultados del convenio marco de Ferretería, aun no están disponibles, por ende no puedo opinar, de lo que si estamos observando como durante este mes la Fiscalía Nacional Económica, está realizando una consulta sobre la compra publica, tema que será tocado en una próxima columna, porque parece interesante lo que la Fiscalía entiende, (sobre todo aspectos como colusión), cuando el organismo encargado de la compra publica está incentivando el nuevo modelo de compra colaborativo, a través de los convenios marcos o licitaciones públicas.
Adicionalmente los invito a revisar un estudio que se realizó por parte de la Consultora y que se encuentra publicado en esta edición, donde valida cada vez, que este nuevo modelo de convenio marco, a los únicos que favorece son a las grandes empresas, dejando a las pymes fuera de este mercado, sobre todo cuando estamos observando por los medios de comunicación como la economía se está deteriorando, por distintas razones. Por lo tanto, la pregunta es ¿Al Estado le interesa realmente la Pyme? ¿O el bien superior son solo los precios?