Como bien versa el dicho “año nuevo vida nueva”, este 2019 está lleno de esperanzas e ilusiones para los compradores y proveedores del Estado atentos a los cambios que están ocurriendo. Como he venido comentado en mi columna de opinión, en diciembre del año pasado dejamos las bases sobre las cuales realizaría mis comentarios (ver aquí).
El 12 de diciembre de2018, la empresa E-SIGN S.A. se adjudicó la nueva Tienda Electrónica de Convenio Marco. Al parecer, la industria no tuvo interés o las exigencias eran muy altas que solo participaron tres empresas, siendo descalificadas dos y quedando la empresa adjudicada sin competir, ni técnicamente, menos económicamente (ver acta de adjudicación Gran Compra 43235).
Ahora bien, lo más importante es que el organismo encargado de la compra pública sigue aplicando su nuevo modelo y tendrá que incurrir en un costo por el arriendo de la aplicación de UF 56.876, valor adjudicado, sin considerar los costos de migración, integración e implementación (G.C. 43235 Preguntas y Respuestas), lo que significa que vendrán más llamados a la industria TIC. De forma que se podrá entender cuál será el costo real de este nuevo modelo, y quién lo terminará pagando.
Durante diciembre, para nuestra sorpresa, el organismo encargado de la compra pública realizó dos llamados de postulación de Convenio Marco, donde se develó por fin parte del misterio del nuevo modelo, que se encuentra en la ejecución. Estos fueron: Ferretería y Servicios de Mantención Complementarios (2239-2-LR18), y Administración de Beneficios (2239-13-LR18), los cuales actualmente están en proceso de postulación.
Estos dos Convenios tienen un sesgo hacia las Grandes Empresas y fabricantes, en lo particular el de Administración de Servicios, dejando a la micro, pequeña y mediana empresa, lejos de este modelo de compra, porque el alto estándar tecnológico solicitado para participar es una barrera de entrada.
Lo interesante de estos llamados es que las bases de licitación establecen con mayor claridad el nuevo modelo de Convenio Marco, altamente tecnológico, donde los proveedores deberán realizar un esfuerzo para poder comercializar a través de este instrumento.
De acuerdo con lo anterior, se establecen tiendas de descuento, que se denominan pop up shop, ofertas dinámicas y compras colaborativas. Adicionalmente, el organismo encargado de la compra pública, está empeñado en que los servicios públicos, agreguen demanda para realizar grandes procesos de compra, con ofertas dinámicas.
Según lo anterior, es preocupante lo que va a ocurrir con las pequeñas empresas que actualmente comercializan a través de los Convenios Marco, debido a que durante el mes pasado el organismo encargado de la compra pública realizó diversos RFI, los que lamentablemente no son respondidos en forma masiva y dejan la sensación que no les interesa lo que ocurre o simplemente no están dispuestos a invertir.
En estas consultas al mercado, el sesgo principal ha sido validar si la industria está capacitada para comercializar a través del e-commerce (es decir, si tiene capacidad instalada), y si está dispuesta a invertir en tecnología. Por lo tanto, las diversas industrias tienen que adecuarse rápido a los cambios que están ocurriendo.
Según el último informe sobre el “Índice de Transformación Digital”, realizado por la Cámara de Comercio de Santiago y la consultora de negocios PMG, las Pymes son las más rezagadas en la transformación digital (ver la edición de enero 2019).
Si lo anterior ocurriese, es decir, que el organismo encargado de la compra pública sigue con un modelo de Convenio Marco altamente tecnológico y no con una transformación gradual, entonces surgen las preguntas:
¿Alcanzará el Estado a impulsar que las empresas reviertan sus modelos de negocios hacia el e-commerce?
¿De qué forma dejará los recursos públicos en las regiones? Sin permitir que las grandes empresas, quienes tienen la posibilidad de invertir, sean las depredadoras y queden los recursos en su región de origen.