Los programas Yo elijo mi PC y Me Conecto para Aprender buscan aumentar los niveles de equidad, disminuir la brecha digital y favorecer a los niños en su proceso de aprendizaje.
A partir de mayo de 2019 es la fecha prevista para que los mejores alumnos de 7° básico, matriculados en un establecimiento educacional particular subvencionado, reciban el beneficio del programa Yo elijo mi PC de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) y el Ministerio de Educación. Para su versión del próximo año se planea entregar 30 mil nuevos equipos a los estudiantes clasificados en Primera Prioridad SINAE y con excelencia académica.
Yo elijo mi PC consiste en la entrega de un notebook junto a un set de recursos tecnológicos y pedagógicos, en los que se encuentra incluido el servicio de Internet Banda Ancha Móvil por doce meses.
El programa tiene sus inicios en 2008 y comenzó a ser ejecutado 2009 para solucionar la brecha digital, que acarrea desventajas en el desarrollo de habilidades en tecnologías de información y comunicación (TICs), además del aprendizaje relacionado a este campo.
De forma complementaria, desde 2015 se implementa el programa Me Conecto para Aprender, el cual amplía el número de beneficiados a todos los estudiantes de 7° básico que pertenecen a establecimientos públicos.
El presupuesto este año de Yo elijo mi PC fue de $10.258.824.000, mientras que Me Conecto para Aprender recibió $34.247.605.000. Ambos fueron examinados recientemente mediante el Sistema de Evaluación y Control de Gestión de la Dirección de Presupuestos (Dipres) del Ministerio de Hacienda.
Si bien ambos programas contribuyen a la disminución de la brecha digital, el problema radica en que se da un cumplimiento parcial del objetivo.
Fuente: Dipres.
Resultados de las evaluaciones 2018
Según la publicación de la Dipres, Yo elijo mi PC obtuvo un desempeño bajo y Me Conecto para Aprender, medio. Las observaciones de ambos programas son las siguientes.
Diseño: el diagnóstico no ha sido actualizado a los nuevos parámetros de brecha digital y tipos de uso que se les da a los recursos tecnológicos.
El diseño, en general, se considera insuficiente, dado que el objetivo del programa aborda dos dimensiones de la brecha digital, acceso y uso, y no el desarrollo de habilidades TICs para el aprendizaje.
Por otro lado, los criterios usados para definir la población objetivo asumen que se trata de quienes presentan el problema, sin realizarse una medición sobre acceso y uso de TICs que fundamente esta decisión (aproximadamente un 40% tiene acceso a computador antes de recibir el beneficio).
Finalmente, no existe una definición del concepto de excelencia académica, dado que las calificaciones de corte varían anualmente dependiendo de la disponibilidad de recursos financieros, lo que, además, no opera como un criterio de inclusión, sino de exclusión, ya que deja fuera a aquellos estudiantes que probablemente no tengan buena calificación, por lo cual pudieran requerir un mayor apoyo pedagógico a través del uso de las TICs.
Implementación: la estrategia de implementación, en especial el proceso de producción asociado a la adquisición y entrega de recursos tecnológicos, responde a un modelo de logística probado y adecuado, basado en la acabada experiencia institucional de Junaeb.
Eficiencia: los recursos entregados son adquiridos a costos muy inferiores a los del mercado. El set completo entregado a cada estudiante es adquirido a un valor de $300.459, en tanto en el mercado éste tiene un valor de $642.935 (considerando el promedio de alternativas computadores portátiles).
Resultados: se da un cumplimiento parcial a nivel de objetivo. Si bien el programa contribuye a la disminución de la brecha digital en cuanto al acceso, los indicadores disponibles no permiten distinguir con claridad su aporte en cuanto al uso como apoyo al aprendizaje.
Sumado a lo anterior, la BAM por doce meses no permite que los resultados del programa Becas TICs sean sustentables, en tanto pasado ese período los estudiantes dejan de acceder al beneficio de la conectividad.