Durante todo este año me he permitido realizar comentarios sobre lo que esta pasando con la Compra Pública, desde el punto de vista de los mercados, en particular de la herramienta de compra denominada Convenio Marco.
También hemos realizado comentarios respecto de nuevas tecnologías. Nuevos conceptos que están, de alguna u otra forma, incorporándose en nuestro lenguaje normal, como por ejemplo Marketplace, PIM, Bitcoin, Blockchain. Lo anterior, se encuentra muy asociado a la cyber seguridad, un tema que estará en boga la próxima cumbre de la APEC 2019, por todo lo acontecido durante este año y que ha sido de público conocimiento respecto a los ataques informáticos a los bancos, lo cual ha acelerado la discusión en cuanto a las falencias de nuestra actual legislación.
En este tema me quiero detener, los cambios vertiginosos en los mercados, ya sea comercio electrónico y todo lo que rodea hace que la discusión esté centrada en si la legislación está a la par con los avances tecnológicos. Parece ser una respuesta lógica, que las leyes y regulaciones vienen por añadidura, es decir deben ocurrir los hechos para después legislar. En este sentido, el año 2003 se crea el organismo que debía realizar las compras a través de una plataforma electrónica, con un enfoque claramente no de regulador ni menos de interventor de los mercados, sino mas bien con un rol de facilitador entre la compra y la venta con su Ley 19.886, su Reglamento y Dictámenes de buenas practicas, para utilizar la plataforma, que hasta la fecha ha estado funcionando con más virtudes que tropiezos, con un alto nivel de madurez y estabilidad.
Dentro de este concepto, ya han pasado 15 años y obviamente pareciera ser que el organismo encargado de la Compra Pública está enviando señales de que esto debe cambiar. Pero, ¿hasta dónde debe profundizar los cambios? ¿Desde la mirada que está todo malo y botarlo al tacho de la basura o realizar cambios graduales hasta llegar a un punto que los mercados lo entiendan y se acoplen en forma normal? La idea es no generar un Transantiago, que en la lógica es muy bueno, pero en la ejecución está demostrado lo que deben convivir los ciudadanos día a día y han pasado años para llegar al estándar que alguien en algún minuto imaginó.
Es de público conocimiento que la actual administración del Estado, presentó el proyecto de Transformación Digital y creó el consejo asesor para la modernización del Estado. Desde entonces, se fijó un plazo de 100 días para que la secretaría presentara un plan de modernización con una “visión transversal e integral, de forma tal que llegue a todos los rincones de la administración del Estado y de la sociedad civil”.
Ustedes se preguntarán qué tiene que ver esto con la compra. Es muy simple, porque actualmente se ha estado ejecutando el Programa de Modernización del Sector Público, donde ya se han gastado aproximadamente $14 mil millones al primer semestre de este año y dentro de este proyecto se encuentra la Compra Pública, que según el sitio del Ministerio de Hacienda muestra un avance del 82,4%.
Contextualizado lo anterior, ¿qué ha estado haciendo el organismo de la Compra Pública en relación con los Convenios Marco?
1.- Está realizando distintos RFI, que algunos le han resultado y otros ha tenido que dejar desiertos.
2.- Incorporó el concepto de Micro Compra, que aún no tenemos cifras públicas de su resultado.
3.- Realizó un par de compras colaborativas, pero bajo el actual modelo de Convenio Marco.
4.- El 28 de noviembre de este año cierra una Gran Compra, donde llamó a la Industria a licitar una nueva tienda electrónica, con una serie de características, sobre todo bajo la modalidad SaaS, es decir el Estado tendrá que pagar un arriendo mensual.
En relación con lo anterior, todos estos cambios deben estar respaldados por cierta normativa y hasta la fecha se han presentado el Decreto 1: Norma técnica sobre sistemas y sitios web y el Decreto 14 de documentos y firma electrónica.
Mientras que quedan pendientes las normativas de Compras Públicas, de seguridad de la información y de tecnología Cloud. Como, además, las guías de compras Cloud no tienen fecha de presentación.
Por lo anterior, al ver que el llamado a Arrendar una tienda electrónica para Convenio Marco lo denominan B2B, me causa mucho ruido, porque el organismo encargado de la Compra Pública parece que olvidó que durante mucho tiempo el concepto es B2G; donde puedan participar en el proceso de Convenio Marco, tanto las grandes, medianas y pequeñas empresas y no dejar solo a las empresas grandes y medianas, que son las únicas que pueden competir solo por precio. Además, me queda la interrogante qué pasara con los Convenios Marco de servicios.
Finalmente, quedan muchas interrogantes respecto a lo que está ocurriendo y está por ocurrir en la Compra Pública, qué tan profundos serán sus cambios y el alcance de sus efectos, que sin duda el próximo año estaremos comentando con la esperanza de que sean positivos.