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Durante este 2018 pudimos observar que no se realizó ningún Convenio Marco de los programados en la calendarización de este tipo de licitaciones, lo cual hace tentativo pensar que los esfuerzos respecto a las compras públicas están agotando innecesariamente las energías en modalidades que poco vienen a sumar al sistema de compra.
Para quienes participan activamente en el mercado público, el hecho que no se cumpla dicha calendarización resulta más que perjudicial en especial si solo analizamos uno de los que más transan en montos y transacciones, según el estudio realizado por CGCE S.A., debido a que incorpora la fusión de varios convenios. Me refiero a Hardware, Licencias de Software y Recursos Educativos Digitales, el cual termina su vigencia en marzo de 2019.
En relación a lo anterior, sobre este convenio en particular (hardware), es tan grave, que muchos organismos públicos tienen planificadas sus compras y programas sobre la base que estos convenios seguirán existiendo, como por ejemplo “Yo elijo mi PC”, uno de los principales compradores de este convenio por el ahorro en la gestión pública que genera y que lleva varios años basado en este modelo. Ahora bien, si el organismo encargado y mandatado por ley a realizar este tipo de licitaciones no publica este convenio antes de fines de año, se ve muy improbable que llegue a marzo del 2019, salvo que realice un fast track con la contraloría, para que en un período de 5 meses o menos esté licitado, ofertado, evaluado, adjudicado y puesto en producción para todos los organismos públicos. Salvo que lo prorroguen, que sería lamentable la señal, debido que actualmente existe una serie de proveedores que han esperado 4 años para postular.
El anterior es solo uno de los siete convenios anunciados para este año y que no se realizaron. Pero, ¿a quiénes afecta este problema? A las empresas privadas que se encuentran fuera de los convenios y están a la espera de su apertura, para así poder ingresar al mercado público a través de esta modalidad. Esto, hace que se caiga en incertidumbre puesto que las áreas comerciales y de marketing pasan a “adivinar” lo que la entidad rectora de las compras públicas desea realizar. Por otro lado, las entidades compradoras, cuando realizan su planificación anual ya vislumbran que deberán licitar todo lo que traerá consigo dejar a un lado el ahorro en gestión, cayendo en la burocratización de la compra, razón por la cual nacieron los Convenios Marco.
A la fecha, quien debe velar por las compras públicas, incentivando a las empresas a participar como proveedores, no entrega señales claras. Tal como lo comenté en mi columna anterior, se deja a los mercados sin entender hacia dónde se dirige la compra pública respecto al procedimiento de un Convenio Marco. No se da cuenta o no quiere entender que esta forma de comprar genera ahorros al Estado, ya sea en la gestión como en los precios y solo está preocupado de impulsar procesos de compra que tienen un impacto insignificante.
Si se busca en la página web de la entidad que debiese velar por las compras públicas y sus modalidades, nos daremos cuenta que se ha incluido la palabra “análisis” al título de “Convenios 2018”. Es de esperar que dicha acción sea realizada con seriedad, ya que vislumbrando el 2019, si solo se publica una lista de posibles convenios, nos estaremos encontrando a la hora de planificar si ingresar o no al mundo de los Convenios Marco, con un calendario vacío, sin fechas… Con poca claridad de cómo enfrentar la compra pública.
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