En esta columna de opinión quiero enfocar mi comentario en un tema mas administrativo, es decir el Gobierno de turno para desarrollar todos sus compromisos debe por obligación confeccionar anualmente un Presupuesto como se realiza en todas las Empresas, a diferencia que este (Presupuesto), debe ser aprobado por el poder Legislativo y esto se transforma en una Ley de la República, es decir todas las fuerzas políticas que representan a todos los chilenos se colocan de acuerdo y aprueban esta Ley.
Sin embargo preciso es indicar que esta Ley se aprueba a fines de cada año, por ende para este año 2018 es un caso muy especial, debido que es un Gobierno Nuevo, donde se encuentra con un presupuesto aprobado, y no tiene mucho margen para desarrollar sus compromisos, sino mas bien evaluar la forma de priorizar los presupuestos ya asignados y esto le puede pasar a cualquier nuevo gobierno cada 4 años, donde el primer año esta cerrado desde el punto de vista presupuestario.
La razón por la que escribo estas líneas, es debido que muchas personas me comentaban que con la llegada del nuevo gobierno, el presupuesto se cambiaba, como un borrón y cuenta nueva, que se eliminarían muchas cosas etc. Lamento comentarles que no es tan así, puesto que a parte del presupuesto, están los planes de compra de cada Organismo Publico, como además de la plataforma de Compras Publicas, donde existe toda la información, a través de la herramienta de Datos abiertos, lo cual permite tener una trazabilidad de parte del gasto publico, en ciertos subtítulos presupuestarios.
Para efectos que tengan una mirada del comportamiento del Gasto Público, en la siguiente gráfica puede entenderse, según el tipo de gasto, cómo se ejecuta el presupuesto.
El gasto corriente tuvo una ejecución de 101,6%, superior al 99,4% de 2016, en tanto que los ministerios que lideraron ese gasto fueron Salud (114,9%); Interior (105,8%); y Trabajo (104,8%).