En el marco de la Conferencia Económica realizada en Beijing, los dirigentes del Gobierno chino señalaron que su país «debe construir e implementar mecanismo para promover un desarrollo futuro de alta calidad”, decisión comentada por los dirigentes posterior a la reunión.
Para ello se avanzará en la reforma estructural de las empresas estatales donde pretenden mejorar la calidad económica, promover la innovación, recortar el exceso de capacidad y fomentar nuevos factores de crecimiento. Otro factor mencionado como clave, es el hecho de fomentar las importaciones para equilibrar el comercio exterior, además de disminuir los impuestos de algunos productos.
Respecto al sector inmobiliario, los participantes decidieron que el objetivo es controlar el alto precio de las viviendas: “El país desarrollará su mercado de alquiler, especialmente los contratos de largo plazo, protegerá el derecho legal de las partes implicadas y apoyará la constitución de empresas de alquiler profesionales e institucionales”, según dicta el comunicado de la Conferencia, y se fomentará tanto la compra como los alquileres.
Con respecto a la política monetaria de la potencia mundial, continuará siendo “prudente y neutral” y seguirán con una política fiscal proactiva.
Las expectativas del PIB 2018 de China no se van a publicar hasta marzo del próximo año, pero todo lo que se habló en la Conferencia Económica apuntas a su crecimiento.